15 de febrer de 2017 <Atrás

Consigue que tu discurso tenga el efecto deseado

Ofrecer un discurso, una charla, una presentación… Son muchos los momentos en los que tendremos que hablar en público. Es más, a medida que el profesional o la profesional ascienden en su posición, cada palabra, cada gesto, es analizado al detalle ya que comunica sobre su forma de ser, su filosofía, sus valores y sus creencias. Veamos hoy unos consejos para enfrentarnos a una intervención pública y comunicar con eficacia. Nos centraremos en la parte que hace referencia a la estructura del discurso.

1. Sé consciente de lo que quieres conseguir. Lo más importante es tu objetivo ¿quieres que el Comité de Dirección apruebe tu plan de acción para el año siguiente? ¿Quieres conseguir votos? ¿Quieres ganar un cliente o nuevos socios? De nada servirá pronunciar un fantástico discurso si no se logran tus objetivos. Tenlos en mente y que te guíen en todo momento. Escríbelos de forma clara.

2. Ten claro lo que vas a decir. Un consejo que te daría es que seas capaz de resumir tu discurso o presentación en una frase. Si no eres capaz de resumir tu discurso, no lo podrás explicar de forma más extensa y clara. La audiencia tiene que salir con una idea clara de lo que querías explicar, la conclusión, moraleja, aprendizaje o mensaje principal. Escríbelo también.

3. Estructura, contextualiza y da indicaciones de en qué punto estás. Tu audiencia te entenderá mucho mejor si sabe con claridad lo que pretendes explicar desde el inicio. ¿A dónde pretendes ir y cómo? Si tienes un título o mensaje final te aconsejo que lo digas al principio. Adelanta la conclusión, a no ser que te quieras guardar una sorpresa final. Piensa como vas a enlazar cada punto de forma que todo tenga fluidez. Explica al principio qué partes tiene tu presentación y haz que la gente sea consciente de en qué punto se encuentra.

4. Agrupa tu discurso en 3 o 4 partes. La información estructurada es más fácil de retener, agrupa la información que quieres dar y elimina lo superfluo.

5. Claridad, concisión y precisión. Las tres reglas de oro del periodismo. Claridad para explicar de forma sencilla – que no simple – tus mensajes, utilizando un lenguaje llano y lo más directo posible. Concisión para no irnos por las ramas de forma indebida, lo cual no quiere decir telegráfico. Y precisión para llamar a las cosas por su justo nombre, aprovechando la riqueza del vocabulario pero sin recurrir a tecnicismos que sólo entiendas tú.

6. Utiliza conceptos concretos y ejemplos. Los conceptos concretos son más fáciles de entender que los abstractos. Palabras como esperanza, ilusión, vitalidad, pueden ser útiles en muchos tipos de discursos pero tenemos que utilizarlas de forma adecuada ya que son más difíciles de entender o más lentas de “procesar”. Lo mismo sucede con cantidades o ideas a las que no estamos acostumbrados y en las que es bueno poner una equivalencia familiar. Por ejemplo al hablar de la altura de un crucero podríamos decir que equivale a un edificio de 6 pisos para que la gente lo entienda mejor.

7. Cuenta anécdotas e historias. A las personas nos encantan las historias. Desde el cuento de la infancia hasta las películas todo es más fácil de transmitir con una historia. Los expertos en propaganda de los regímenes totalitarios controlaban el cine porque era la manera de transmitir una ideología a través de una historia de ficción. Crea tu historia y convence con ella. Las anécdotas son mini historias que pueden ilustrar un discurso más convencional, úsalas sabiamente.

8. Da titulares cortos y empieza por ellos. Piensa que tu público se va a quedar con lo primero que digas ya sea por nuestra capacidad de retener o porque desconecten. Crea titulares fáciles de recordar y lánzalos de forma convincente.

9. Habla en positivo siempre que puedas. Las frases negativas son más difíciles de entender además de que transmiten una sensación de mayor pesimismo.

10. Resume y recapitula. Al final de tu presentación, haz un resumen de lo presentado y recapitula los puntos más importantes. Todos los recordarán con mayor facilidad ya que la memoria se refuerza con el uso de los conceptos.

Próximamente hablaremos de cómo influir a través de nuestro discurso y también del lenguaje no verbal y el uso de la imagen.

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