11 de marzo de 2022 <Atrás

Las crisis reputacionales no son algo para lo que estemos preparados en cualquier momento. La reputación empresarial y la credibilidad son intangibles que se consiguen tras años de trabajo y esfuerzo que pueden desaparecer en cuestión de horas.

Ante una crisis es muy importante tener definidos los protocolos con los que actuar es por eso que es necesaria la elaboración de un plan especializado por parte de un profesional del sector.

Este plan de crisis se tiene que elaborar analizando de forma detenida a la empresa y a sus trabajadores, para comprender cuál es su naturaleza y a partir de ahí poder establecer distintas hipótesis.

¿Qué es una crisis reputacional?

Se trata de un suceso o imprevisto que afecta directamente a la compañía, a su credibilidad y a su percepción por parte de sus stakeholders que pueden ser empleados, medios de comunicación, clientes, etc.

El plan de crisis tiene el principal objetivo de solucionar las crisis, pero también la misión de que no salten a medios de comunicación o a las redes sociales, porque entonces ya puede incluir directamente a toda la opinión pública.

Para ello, el primer paso es elaborar un manual de crisis. Una herramienta básica para saber cómo actuar en una situación de crisis y poder contenerlo. Cualquier empresa debería desarrollar este decálogo de actuación para facilitar y tipificar protocoles en estas situaciones.

Este manual de crisis analizará también las posibles crisis que pudiera padecer la empresa según su core business, su impacto social, etc.

¿Qué debe incluir un manual de crisis?

  • Definición de públicos y stakeholders
  • Definición de grupos de apoyo y de presión que podrían ir en nuestro favor y reforzar nuestra reputación
  • Creación de fichas de contactos a los que avisar en caso de crisis
  • Protocolos de actuación en los distintos canales tanto offline como online
  • Definición de logística y equipos necesarios
  • Documentos básicos con mensajes clave y argumentarios
  • Definición del Comité y sus roles


Además, es importante coordinar una formación práctica en una jornada en la que se lleve a cabo un simulacro de crisis con formaciones in situ y también ejercicios prácticos para ponerse bajo la presión real de este tipo de situaciones. Estas sesiones permiten que los implicados en el comité de crisis puedan ensayar su papel y así interioricen y desarrollen sus roles.

También permiten poder explorar otros escenarios que tal vez no se habían contemplado y analizar y valorar las distintas repercusiones y las tomas de decisiones y analizar los tiempos reales de una crisis. Si tu empresa aún no tiene plan de crisis y lo necesitas, ponte en contacto con Bemypartner, agencia de comunicación en la que podremos elaborarte un plan adhoc para tu compañía.

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