Consejos para comunicar mucho y bien en tiempos de incertidumbre
Para lo bueno y lo malo, vivimos en un mundo con mucha información y a veces, las fake news y las mentiras tienen un espacio informativo no proporcionado. Crecen los líderes mesiánicos y cuanto más absurda es una ideología más fanáticos van a ser sus seguidores ya que solo la fe ciega puede mantener en pie sus creencias. ¿Qué podemos hacer para transmitir confianza y credibilidad en esta situación?
1- Comunicar muy frecuentemente. En tiempos de incertidumbre hay que comunicar más de lo habitual. aunque sea para decir que todo sigue igual o transmitir pequeños cambios. Con ello, nuestra audiencia percibirá una mayor tranquilidad y la sensación de que están informados.
2- Comunicar los pasos a seguir. Transmitir lo que se va a hacer generará tranquilidad y confianza. Siempre podemos manifestar que nuestro plan está sujeto a la evolución de la situación, pero transmitir lo que va a suceder ofrecerá un esquema, un plan de actuación tranquilizador y la sensación de que tenemos las riendas de la situación.
3- Equilibrio entre comunicar la dureza de la situación y al mismo tiempo ser positivo. Este es el punto más complejo ya que si no transmitimos la realidad nuestros empleados o ciudadanos pueden pensar que el problema no es tan grave y si nos pasamos podemos sumir en un pesimismo poco fructífero a las personas. Precisamente a los medios de comunicación se les acusó al inicio de la pandemia de alarmistas y ahora muchos les acusan de no haber mostrado la dureza de la situación y que esa es la causa del movimiento negacionista. Evidentemente, es probable que no se pueda contentar a todo el mundo, pero hemos de encontrar el punto adecuado entre uno y otro.
4- Dar importancia a las emociones y las percepciones. Aunque se está cambiando, el mundo empresarial tendía a ser pretendidamente racional. Las emociones no eran tenidas en cuenta. Sin embargo, es fundamental dejar que las personas expresen sus sentimientos porque a menudo es la única manera de canalizarlas. En nuestra comunicación debemos recoger estas emociones para que las personas se sientan comprendidas “sabemos que estáis enfadados, preocupados, dolidos, etc.
5- Dosificar las malas noticias. Las personas tenemos una capacidad limitada para aceptar o asimilar las malas noticias, por esto es conveniente dosificarlas. Si no, la sensación de “fin del mundo” puede llevar al abatimiento y a la inacción.
6- Celebrar las victorias, aunque sean pequeñas y aplaudir los esfuerzos realizados. Centrarse en los héroes cotidianos, las pequeñas victorias y mejoras. La sensación de progreso anima a continuar actuando y puede dar la sensación de que lo que hacemos tiene sentido.
7- Evitar el enfado permanente en épocas de crisis. Una cierta “garra” y dureza cuando es conveniente es necesaria, pero un o una líder enfrentado y permanente enfadado produce una sensación de hastío y rechazo y no es percibido como un líder negociador. El extremo contrario no sería conveniente, pero vamos a confiar menos en una persona que parece estar permanentemente enfadada salvo que su táctica sea imponerse por el miedo y el terror.